Carlos “pibe” Valderrama, nacido en Santa Marta, la calurosa y bella ciudad del Caribe colombiano, el 2 de septiembre de 1961, abandonó el fútbol a los 42 años y 4 meses, durante un encuentro en el que se reunieron, el primero de febrero, grandes figuras del fútbol mundial y colombiano para rendirle así un merecido homenaje y despedirle como él lo quería: rodeado de amigos. De esos “amigos que hice durante mi carrera deportiva y de los que me enorgullezco enormemente”.
Declarado en dos ocasiones como “el mejor jugador de América”, durante los años 1987 y 1993, Valderrama, un centrocampista que “sabía leer” con todo acierto el fútbol y que con su magia y una pierna derecha que manejaba como un “tiralíneas”, jugó 111 partidos con la selección colombiana con la que participó en tres campeonatos mundiales: Italia-1990, Estados Unidos-1994 y Francia-1998.